miércoles, 20 de febrero de 2008

Elecciones, tristeza y kosovarismo.

La tristeza juega con argucias imprevisibles. Se cuela unas veces con sigilo, otras con orgullosa presencia, pero se cuela. Estoy triste. Y es que Fidel ha renunciado ( ya le tocaba al "hombre mitad tirano, mitad mesías"); la precampaña electoral es una indecisión entre la ruindad y la estulticia; las regiones autoinducidas a paises se piensan únicas e intransferibles y mandan a por pipas las ideas de confraternidad y convivencia con las que hoy se ganan la vida los educadores; las autoridades internacionales le dan legitimidad a la ilegalidad y a los nacionalismos trasnochados; etc. Solo espero que los kosovares sean más felices que yo después de la que están formando.
A este lado de la noticia, el noticiando se halla aburrido de la paupérrima capacidad de entretener de los políticos (es lo poco que se les exige habida cuenta de que están empeñados en mandar mensajes directos, mediáticos, publicitarios, porque ellos saben que no nos interesan los grandes discursos de ideas en los que se apoya el sentido de propuesta que debe tener toda opción política). Le pagan una pasta a unos señores encargados de sintetizar toda su esencia ideológica en pocas palabras, en fotos bien estudiadas, en destacar tres decisiones que tuvieron la aprobación de las encuestas en su día y aún así, el aburrimiento ganaría hoy con mayoría absoluta (tipo las mayorías de la democracia de Fidel, hasta hoy claro) estas elecciones. Todas nuestras esperanzas de entretenimiento, intelectual o no, han quedado reducidas al doble debate cara a cara de los aspirantes que se darán proximamente. Y si eso es una esperanza, ya puedo ir desempolvando la bandera del centenario del Sevilla porque seguro que este año volvemos a ganar la copa de Europa.
En fin, no conocí nunca un antídoto más eficaz contra la tristeza que la ironía, que no es que te haga feliz, pero sí que te desplaza hasta una lejanía lo suficiente como para que la realidad se prensente menos poderosa y temible. Mientras yo discuto con la tristeza, tú busca alguna excusa," hoy hay partido", "tengo mucho trabajo", "María está con la depre y me tiene muy pendiente de ella", lo que sea, pero no hables bajo ningún concepto de política o de la realidad cotidiana. Kosovo será libre, pero tu tienes que sobrevivir aquí.

1 comentario:

ECE dijo...

¡Pero qué bien escribes!