miércoles, 21 de abril de 2010

El pescadero contra la escama: (4) La frutera hipnótica.

Le pedía telepáticamente que dejara de hablarme, que se callara, pero ella, la nueva frutera del super, no dejaba de preguntarme por asuntos complejos, largos de explicar. Le miré las tetas, los ojos, el hortera jersey corporativo del Mas, pero no había escapatoria. Al fín, me dejó huir al supermercado, me liberó de aquella prisión visual y ella se encaminó al bar de los desayunos, de dónde yo venía, ella y su moco verde hipnotizador.

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